Antes de alquilar una vivienda y firmar un contrato de arrendamiento, vea algunos derechos fundamentales de todo inquilino
El proceso de alquilar un inmueble implica numerosos aspectos financieros y legales. El diálogo entre quien concede el inmueble y quién lo alquila debe ser continuo y dejar claras los deberes y derechos de cada una de las partes del proceso.
Por eso, es esencial firmar contratos de arrendamiento, que documentan las condiciones combinadas entre administradores o dueños de inmuebles y locatarios. Además, en México también existen leyes para facilitar las transacciones inmobiliarias y establecer cuales son las sanciones económicas en casos de violación de derechos de arrendadores o inquilinos.
Por eso, es esencial saber las condiciones y derechos. Si buscas un inmueble para alquilar, ve algunos derechos de los arrendatarios antes de recibir la propiedad y mudarse para la nueva residencia.
Contrato de arrendamiento
Es muy arriesgado rentar una casa sin firmar un contrato de arrendamiento. El artículo 2046 del Código Civil Federal prevé que el administrador o dueño del inmueble es el responsable por entregar al nuevo inquilino un documento por escrito explicitando las condiciones, deberes y derechos de cada parte del contrato. Esa persona puede ser responsabilizada por la falta si no preparar este documento.
El artículo 2408 protege al inquilino del término imprevisto de su contrato en casos urgentes, como el fallecimiento del propietario. Otro ejemplo es cuando el dueño de la vivienda transfiere la propiedad del inmueble a otra persona — en este caso, el artículo 2409 garante el derecho del inquilino a permanecer habitando la casa desde que continúe pagando los valores mensuales de alquiler ante un notario público. Otro derecho asegurado al arrendatario es solicitar recibos por la rente o el depósito.
Condiciones de uso
Como arrendatario, tienes derecho a llamar a un inspector de alojamientos o salud si evalúas que existe una violación a la higiene o seguridad en el lugar que estás rentando.
Otro derecho fundamental es que el arrendatario es quien establece los días y horarios razonables para el arrendador visitar la propiedad para reparaciones e inspecciones. Este acuerdo debe ser hecho anticipadamente.
Además, quién alquila un inmueble también tiene derecho a un aviso de quince días de anticipación de cualquier cambio en su convenio de renta. Las reparaciones deben ser hechas en un período razonable después de haber sido solicitadas por escrito.
Es común que los propietarios soliciten un anticipo de la renta. Pero, cuando el inquilino no pueda cubrir este pago, el artículo 2426 del Código Civil Federal prevé que el arrendatario no está obligado a pagar la renta hasta recibir la casa arrendada. El artículo 2430 manda que el inquilino no deberá pagar la renta en caso de fuerza mayor que le impida utilizar la propiedad.
Rompimiento del contrato
Si ocurre cualquier problema grave que haga al locatario romper el contrato, el arrendatario tiene el derecho de permanecer en la propiedad hasta que llegue una orden del tribunal oficializando el despejo.
Ningún dueño o administrador de inmueble puede cerrar la propiedad y dejar al arrendatario desabrigado. Los arrendadores deben buscar otro alojamiento al menos a 15 km de la zona de desalojo. En caso de pérdidas materiales durante el traslado, el inquilino debe ser indemnizado monetariamente.
Reparaciones y privacidad
El artículo 2412 del Código Civil Federal ampara los inquilinos que se ven obligados a pagar por las reparaciones dentro de la vivienda. Ese es un deber del administrador o propietario del inmueble.
Ya el artículo 2416 protege a los inquilinos cuyos arrendadores no han hecho las reparaciones necesarias en su vivienda y que afectan la calidad de vida del arrendatario.
Por fin, el artículo 2417 menciona que, de acuerdo a la gravedad de la situación, el arrendatario puede ser obligado por un juez a pagar por los daños y perjuicios por la falta de reparaciones. El propietario solo puede entrometerse en asuntos del inquilino en caso de reparaciones indispensables y urgentes, ya que el arrendatario tiene garantizado su derecho a la privacidad.